Respecto a su aporte al conocimiento, la lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento de la lengua, mejora la expresión oral y escerita, propicia que el hablar sea más rico y fluido y mejora la ortografía
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Por Emilia Pereyra para el portal informativo El Caribe
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No fue por capricho que en 1995 la UNESCO declaró el 23 de abril como el Día Mundial del Libro y que el fomento a la lectura sea parte de las políticas públicas de gobiernos e instituciones interesadas en el desarrollo de la humanidad.
Precisamente otro 23 de abril, en 1564, nació el célebre dramaturgo inglés William Shakespeare, y en la misma fecha, pero en 1616, pereció Miguel de Cervantes, el inmortal autor de “Don Quijote de la Mancha”. Cada año la familia de las letras españolas celebra el significativo día con la entrega del Premio Cervantes, el Nobel de la literatura en castellano.
Marcel Proust nos legó su visión acerca del ejercicio intelectual, instructivo y placentero, cuando escribió, con bella prosa, en “Sobre la lectura”, sus opiniones sobre el lugar que deben ocupar los libros en la actividad creadora, y su papel limitado, e insustituible, en la vida.
El escritor francés se propuso demostrar que la manera en que los libros entran en comunicación con sus lectores determinará, mediante el ejercicio de la disciplina del pensamiento, su búsqueda de la verdad para alumbrar finalmente el conocimiento de uno mismo.
Los aportes que hace la lectura a quien abreva en ella con frecuencia son inconmensurables, pues aumenta la capacidad de observación, atención y concentración y facilita la recreación de la fantasía y el desarrollo de la creatividad.
Respecto a su aporte al conocimiento, la lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento de la lengua, mejora la expresión oral y escrita, propicia que el hablar sea más rico y fluido, y mejora la ortografía.
Mario Vargas Llosa, uno de los principales maestros literarios contemporáneos, expresa que está convencido que si los libros –en especial, los literarios– desaparecieran se produciría un gran empobrecimiento de la civilización.
“El libro es, para mí, sinónimo de literatura. Y si la literatura desaparece, desaparecería una de las fuentes más ricas de la imaginación, de la sensibilidad y de la conciencia crítica.
Porque los buenos libros nos enseñan a soñar, y nos demuestran que la realidad en que vivimos está mal hecha, pues es insuficiente para satisfacer nuestras ambiciones y deseos… Sin los libros, desaparecería una trinchera de la libertad”, decía el creador de “Conversación en la catedral” y de otras obras.
Palabras que sería conveniente no olvidar en este año en que debemos propiciar el fomento a la lectura.
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Artículo de Emilia Pereyra, periodista y escritora, para El Caribe, República Dominicana, Viernes 5 de enero del 2007
Rendir culto a la lectura (a un dogma, a una idea, a un personaje, un dios, la humanidad, los animales, el dinero o a cualquier otra cosa) es esteril y puro fetichismo. Rendir culto a algo es siempre nocivo, aun cuando se trate de la lectura. Los libros y la lectura son una manera excelente de comunicar ideas e informacion que pueden ayudar tanto a abrir la mente (informar, hacer reflecioonar, etc.) como a cerrarla (lavar el cerebro por medio de la propaganda, desinformar, etc.). Los libros y la lectura no son ni buenos ni malos en si, son instrumentos que transmiten ideas, las ideas las usamos para hacer cosas que nos hagan sentir bien (sobrevivir, divertirnos, etc.).
Tampoco estoy de acuerdo con la periodista cuando esta dice que "la realidad en que vivimos está mal hecha, pues es insuficiente para satisfacer nuestras ambiciones y deseos"... Yo diria que la educacion conformista de la sociedad, imponiendo y exigiendo lo imposible y contadictorio, crea ese tipo de sentimientos.
Respecto a su frase "si la literatura desaparece, desaparecería una de las fuentes más ricas de la imaginación, de la sensibilidad y de la conciencia crítica."... No lo creo, pues siempre, antes que la literatura siempre ha existido la tradicion oral, transmitiendo cuentos y leyendas de las cuales la literatura siempre se ha inspirado... Respecto a la sensibilidad y a la consciencia critica, estas no estan ligadas directamente a la literatura... La literatura es uno de los tantos instrumentos para expresar y desarrollar la sensibilidad y la consciencia critica, pero no es la fuente de estas.
Viva la literatura, sin ser esclavos del snobismo.
Publicado por: Holy Krapp | 07/01/2007 en 12:53 a.m.