No lo aceptaron en Bellas Artes, ni en París, ni tampoco compatibilizó con la nueva corriente de la época, el impresionismo. A pesar de ser generalmente considerado padre del arte moderno, Cezanne (1839-1906), no fue comprendido en su época. Aislado y amargado se retiró a hurgar en si mismo y a buscar su propio estilo. En los últimos años de su vida, fue admirado por Gaugan y muchos otros pintores jóvenes vanguardistas que buscaban consejo. Henry Matisse admiraba sus brillantes colores y Picasso pasó años estudiando sus cuadros que lo inspiraron en la creación del movimiento cubista…Cezanne fue como un padre artístico para él.
El padre de Paul Cezanne quería que estudie derecho, pero él quería ser pintor. Se fue a París, donde se reencontró con su entrañable amigo, el futuro escritor Emile Zola. No disfrutó del ambiente sofisticado de la Ciudad Luz y tampoco lo aceptaron en la Escuela de Bellas Artes, así que regresó a su pueblo de Aix a trabajar en el banco de su padre y a seguir estudiando pintura.
A los 27 años, frustrado por que el Salón Oficial de exposiciones de Bellas Artes no había aceptado nunca ninguna pintura suya, escribe una carta de protesta al superintendente de la institución. A los 33, invitado por Pisarro, se muda con su familia a una zona cercana a París donde comienza una nueva etapa artística. En 1874, gracias a este cambio de estilo, sus cuadros pudieron estar presentes en la famosa exposición en la cual un sarcástico crítico acuño el nombre con el cual se inmortalizaría al grupo de pintores que tras ser rechazados por los convencionalistas hicieron un esfuerzo por exponer sus obras independientemente. Ellos eran Monet, Boudin, Pissarro, Renoir, Sisley, Morisot, Bracquemond y Gautier: los impresionistas.
Las críticas a su obra en París no se hacen esperar, no lo aceptaron. A los 40 años, Cezanne ya había emprendido su propio camino alejándose de la corriente impresionista, sus objetivos artísticos así como algunas viejas amistades eran incompatibles. En 1886, su entrañable, Emile Zola publica La obra, donde el personaje central era un pintor-genio que va contra corriente para lograr plasmar su obra de arte pero que finalmente enloquece y se quita la vida. Al sentirse obviamente identificado, Cezanne rompe con la amistad.
En la última década del siglo, el panorama cambia para el pintor y comienza a realizar exposiciones individuales. Su trabajo es más reconocido y demandado, sin embargo, exacerbado por la diabetes, su carácter es intratable, no en vano le decían el ermitaño de Aix. Sus últimas obras fueron Los Grandes Bañistas y el retrato del jardinero Vallier. Con la salud debilitada y enfermo de bronquitis seguía pintando, hasta que en octubre de 1906 fallece de una pulmonía.
Al año siguiente, se organizó en el Salón de Otoño una exposición conmemorativa con 56 cuadros del maestro.
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Para ver los cuadros completos en la exposición del Museo de Arte Nacional en Washington, visiten el Albúm de fotos donde podrán encontrar las tres pinturas y otras muestras del arte de Cezanne que hay en la red.
Fuentes: Para conocer más de Cezanne y miles de pintores más, pueden visitar estos links:
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