En la primera y segunda parte pudimos conocer en que época vivió Vincent van Gogh e hicimos un paralelo con lo que ocurría en América Latina y Perú a finales del siglo 19. Asimismo vimos el papel que representa en el arte moderno, el legado de sus cartas, su fe y misericordia por los pobres y su forma autodidacta y responsable de trabajar. En el presente post, damos un vistazo a la relación con su querido hermano Theo, la influencia que tuvo Paris y el arte japonés así como el trágico incidente que ocasionó la incompatibilidad de dos genios de la pintura moderna.
Su hermano TheoVincent y su hermano mayor, un vendedor de obras de arte, eran muy unidos. Casi la mayoría de sus cartas eran para él. En ellas Vincent satisfacía la necesidad expresarse y compartir su melancolía y sus escasas alegrías. Theo siempre ayudó económicamente a Vincent y de todos sus hermanos fue el que lo llegó a conocer mejor. “No siento todavía que mis pinturas sean lo suficientemente buenas como para compensar todas las ventajas que he disfrutado a través tuyo. Pero créeme, si algún día llegan a ser lo suficientemente buenas tu habrás sido el creador tanto como yo lo he sido” [8]
Cuando Vincent dejó la casa de Theo para aventurarse en París, este escribió a su hermana: “Cuando el llegó a esta casa, nunca me imaginé lo unidos que podríamos llegar a ser. Ahora que estoy solo de nuevo, siento un gran vació. No es fácil llenar el espacio de un hombre como Vincent. Su conocimiento es vasto y tiene una visión muy clara del mundo. Estoy convencido de que si vive unos años más se hará de un nombre. A través de él conozco algunos pintores que lo valoran muchísimo. Es uno de los pioneros de las nuevas ideas, o quizás este tratando de revivir ideas que ha sido falsificadas en la rutina diaria y han perdido su lustre. Y tiene un gran corazón también, siempre esta tratando de hacer cosas para otros. Una lástima para aquellos que no lo quieren conocer o entender.” [9]
Paris y el arte japonés
A los 33 años Vincent fue a París donde pasó dos años, allí se puso al día con los tiempos modernos, se arregló la dentadura y por lo tanto su apariencia física hasta entonces descuidada. Así como todo artista que se respetaba asimismo fue a la Ciudad Luz. Aprendió las maneras y estética de la ciudad rápidamente y se matriculó en una escuela privada de arte llamada Cormon, donde hizo amistad con estudiantes casi 10 años menor que él; entre ellos estuvieron Anquetin, Bernard y Tolouse Lautrec. Esta fue la última oportunidad que tuvo de aprender las bases de los misterios académicos. No duró mucho. “El quería pintar en la forma que el sabia, la manera en que había aprendido en sus discusiones y en las exhibiciones. Con respecto a sus habilidades técnicas, su fuerte no era la mano firme, si no una fuerte voluntad y un ojo agudo. Por eso todas sus creaciones son especiales, hechas impetuosamente, apenas terminadas y siempre portadoras de reveladoras señales de esfuerzo.” [10]
En París pintó 230 cuadros entre ellos naturalezas muertas, sus famosos girasoles y sus primeros autorretratos, donde comenzaba dejar de lado la oscuridad y el realismo de los detalles para pasar a experimentar con más color y libertad.
En los últimos 10 años del siglo 19 el arte japonés fue un boom en Europa. El crítico Roger Marx, declaró que la influencia japonesa en el arte moderno era como la antigüedad clásica para el renacimiento. De todos los ismos que existían, este fue con el que Van Gogh se identificó más y se dedicó a copiar dibujos de clásicos japoneses como Eisen e Hiroshigue.
Trabajando duro en la soleada Arles
Vincent estaba convencido que el sur y el color eran sinónimos. Ya había descubierto su amor por los colores “Lo que el color es en una pintura, es el entusiasmo en la vida” [11]
En Arles, pintaría sus clásicas obras de arte llenas de sus furiosos amarillos y azules lavanda. Se había hecho el propósito de pintar 50 obras suficientes como para una exposición. Según los autores del libro “No era el hecho que quería participar en una exhibición, si no que se presionaba para confirmar su propia identidad, su misión creativa. Y quería probarse a si mismo que valía la pena toda la ayuda que había recibido de su hermano Theo. Esa fiebre maniática de pintar era una forma de eliminar el miedo de que su falta de éxito como artista se debiera a ociosidad o letargo” [13]
Todos los días llevaría su equipo de pintura a las colinas soleadas de Arles produciendo una obra maestra tras otra. “Es la emoción, la honestidad de la respuesta a la naturaleza, la que guía nuestra mano; y si esta emoción es siempre tan fuerte que uno trabaja sin darse cuenta que esta trabajando, y si las pinceladas vienen gruesas y rápidas como en una conversación, entonces uno no debe olvidar que no siempre ha sido así y que habrán días depresivos sin inspiración en el futuro “[13]
Gaugan y el mito de la oreja de Van Gogh
A los 35 años, Vincent recibió la herencia de un tío vendedor de obras de arte, que le permitió tener una casa en Arles, conocida como la casa amarilla. Ahora con mayores recursos pudo tener un estudio amplio y un lugar para almacenar sus cuadros. Su sueño era que el lugar se convirtiera en la sede de una gran comunidad de artistas que irradiarían su influencia hasta París. Para ello pensó en tener como socio a Paul Gaugan, quien venia a Arles para cobrar un dinero a su hermano Theo, por la venta de algunas de sus obras. El pintor que sería famoso por sus pinturas de haitianas, veía su paso por Arles y su estancia con Van Gogh algo pasajero y relativamente problemático, sin embargo para este último era el principio de un gran proyecto.
De nada valió la decoración con cuadros de girasoles que pintó Vincent para darle la bienvenida a Gaugan, su sueño nunca se hizo realidad, sus caracteres y gustos totalmente diferentes inevitablemente chocaron. Gaugan era ateo, mientras él profundamente religioso. “Por otro lado, mientras Vincent se entregaba con el corazón y el alma para ser lo que esperaban de él y ser una fiel representación de su sueño artístico, Paul veía el culto al artista como un juego. Para Gaugan sus propios cambios de temperamento eran un juego; los de van Gogh eran mortalmente honestos”. [15] Todas estas circunstancias provocaron que Vincent se sintiera inseguro de su propio arte y talento, hasta incluso de su propia identidad. Los subsecuentes trastornos mentales que sufrió resaltaron la falta de realismo en un concepto de arte que proponía crear una sola unidad del arte y la realidad, lamentablemente esto era posible solo en la locura. [16]
Un día Paul salio sin avisar a donde iba y Vincent sospechando que era el fin de su sociedad lo siguió, pero cuando el primero presintió que alguien lo seguía volteó súbitamente, Vincent hizo lo mismo y escapó. Esa noche Gaugan durmió en un hotel por seguridad. Más adelante mencionaría en sus memorias que vio a Vincent con un cuchillo en la mano.
A la mañana siguiente cuando regresó a la casa amarilla, todo era un alboroto. La noche anterior Vincent había cortado el lóbulo izquierdo de su oreja y sangrando lo había llevado envuelto en un pañuelo a un burdel para obsequiarlo a una prostituta. En el burdel alertaron a la policía y por lo tanto al vecindario. Hasta ese entonces, sus crisis como artista habían sido personales, ya sea en sus cartas o pinturas pero desde ese momento Van Gogh fue catalogado como lunático y amenaza pública para su vecindario. Nunca más volvió a ver a Gaugan cuya estadía en la casa amarilla duró apenas dos meses. Luego de esos tristes episodios Vincent sufrió de ataques de paranoia y tuvo que ser internado en un hospital.
El próximo lunes continuamos con el especial de Van Gogh:
La “efímera” fama
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[8] Rainer Metzger e Ingo F. Walther, Van Gogh (Taschen, 1998), Pg. 11
[9] Ibid., Pg. 63
[10] Ibid., Pg. 66
[11] Ibid., Pg. 61
[13] Ibid., Pg. 108
[15] Ibid., Pg. 135
[16] Ibid., Pg. 169
hablar de un loco que dentro de su soledad expresa tanto es maravilloso, creame que por mucho tiempo he pensado en van gogh en su vida, me pregunto que es lo que realmene nos maravilla de èl si comparado con rembrat, paul season, estructuralmente es poco pero hay algo en su magia de expresion, que en su tiempo no fue considerado y el amor de su hermano que estoy seguro que nunca lo miro como aretista sino como el pobre hermano,en fin pero vincent, se inmortalizò con su locura,ojalas theo viera hoy cuanto se cotizan las pinturaas de su pobre y desvalido hermano, si el lo viera ay,ay
Publicado por: oscan gaseiro | 29/12/06 en 17:50
quisiera agradecer el haberme sacado de la duda acerca de la relación entre Van Gogh y Paul Gogan.
Publicado por: Beatriz | 25/03/06 en 14:03
Que buenos posts ! estos dos ultimos me los he devorado...
Sobre "Cirque Du Soleil" pues es lo maximo...no los he visto en vivo pero si en DVD :( ...
Ya que estas en esto,,, aunque es otro genero has visto a los "Stomp Loud" o a Michael Flatley ? de este ultimo te recomiendo "Feet of Flames" y "Lord of the Dance" ... anotalos para cuando puedas..
Saludos
Arturo.
PD: Ah.. ya conteste un comentario tuyo que tenia pendiente en mi Weblog sobre lo de CC...
Publicado por: Arturo | 23/01/06 en 16:33